Cómo se forman las tormentas de verano

Rayos, truenos y, en muchas ocasiones, precipitaciones abundantes. Así son las tormentas de verano. La pregunta es, ¿por qué se producen este tipo de fenómenos meteorológicos? ¿está el calor implicado en este tiempo tan adverso? En este practicograma lo descubrirás.

1 ¿Qué es una tormenta de verano?

"Desde el punto de vista técnico no existen las tormentas de verano, simplemente las tormentas". Así de rotundo se muestra Francisco Martín, coordinador de la revista gratuita de meteorología RAM. Según cuenta, las características de una tormenta son siempre las mismas, independientemente de si se producen en invierno, otoño o en la estación más calurosa del año.

Una tormenta está formada por una nube de desarrollo vertical que genera rayos. El experto recuerda que estos fenómenos meteorológicos no tienen por qué producir lluvias necesariamente pues también existen las tormentas secas.

2 Tres ingredientes básicos.

Para que se produzca una tormenta deben darse tres ingredientes fundamentales. El meteorólogo de la revista RAM explica cada uno de ellos:

- Inestabilidad: aire cálido en las capas bajas de la atmósfera y frío en las capas medias. El contraste de temperaturas genera las tormentas.

- Humedad: sin ella no se forman nubes.

- Mecanismo de disparo: puede ser una borrasca de altura, un frente frío, un frente cálido... un elemento que obligue a ascender a la masa de aire y fomente el desarrollo de la nube convectiva.

3 ¿Por qué se producen los rayos?

Dentro de la nube tormentosa existe agua, cristales de hielo y granizo blando. Estos elementos colisionan al ascender y descender dentro de la nube lo que genera un proceso de separación de carga. "La energía cinética, es decir, la del movimiento se convierte en energía eléctrica y provoca las descargas", argumenta Francisco Martín.

También, en algunas tormentas las precipitaciones llegan acompañadas de granizo. Esto se debe a una inestabilidad muy intensa dentro de la nube debido a unas corrientes verticales muy potentes.

4 Las tormentas no suelen durar más de una hora.

Por regla general, una tormenta ordinaria no dura más de una hora. "Puede ser incluso de 30 minutos o un tiempo inferior", asegura Ramón Pascual, de la delegación de la Agencia Estatal de Meteorología en Cataluña.

Sin embargo, el experto de la AEMET recuerda que existen otras tormentas más complejas como las supercélulas o las multicélulas. Se trata de tormentas muy desarrolladas y organizadas que pueden ocupar grandes extensiones y durar varias horas.

5 La tormenta suele refrescar la temperatura.

Cuando se producen precipitaciones intensas la tormenta arrastra hacia abajo el aire frío procedente del interior de la nube. Por este motivo es habitual que durante estas 'tormentas de verano' los termómetros se rebajen notablemente. "Pueden llegar a bajar hasta ocho grados", apunta Ramón Pascual.

Tras el episodio tormentoso las temperaturas pueden mantenerse algo inferiores unos días. La abundancia de nubes durante la formación de la tormenta reduce la radiación solar lo que favorece la caída de los termómetros.

6 ¿A qué distancia está la tormenta?

No es un mito ni una leyenda urbana. El oído puede 'adivinar' la distancia a la que se encuentra la tormenta con una simple fórmula. Lo primero que hay que hacer es contar los segundos que transcurren desde que se produce un relámpago hasta que se escucha el trueno. La división Número de segundos entre Tres permite descubrir la distancia de la tormenta.

Pero, ¿cómo se explica esto? "La velocidad viaja a unos 300.000.000 metros por segundo, mientras que el sonido es mucho más lento, moviéndose a 340 metros por segundo", comenta Pascual.

Un ejemplo práctico. Un rayo se divisa a lo lejos y transcurren diez segundos hasta que se oye el trueno. La tormenta se encontrará a unos tres kilómetros (10/3=3,33). Si, en otro caso, sólo hay tres segundos de diferencia entre lo visual y lo sonoro la tormenta estará a sólo un kilómetro (3/3=1).

7 Las zonas más tormentosas son...

En España existen diferentes zonas con mayor propensión a sufrir tormentas. ¿El motivo? En estos espacios se suelen dar de forma más asidua los ingredientes básicos de humedad e inestabilidad:

- Pirineo, especialmente el Pirineo de Huesca y el catalán.

- El sur de la provincia de Teruel.

- Interior de la provincia de Castellón.

Como añadido, el delegado de la AEMET, añade la Cordillera Cantábrica, el sur de la Comunidad Valenciana y otras regiones montañosas del interior como otros puntos de tormentas frecuentes.